Alerta a los Delegados y Delegadas de Prevención

15/01/2011

Por ORESTSEVA
La figura de los Delegados y Delegadas de Prevención nace de manera firme con la aprobación de la reforma de la LOPCYMAT en el año 2005. Este hecho no fue bien visto por muchos, fundamentalmente por los empresarios privados, ya desde la aprobación de la reforma nos atacaron, tal como lo hicieron en el año 1986 con el nacimiento de la ley.

El contingente de Comisionados Especiales, creado en el INPSASEL ese mismo año con el objetivo de dar impulso al cumplimiento de la nueva normativa, resultó un acierto que demostró en poco más de tres meses lo acertado de la lucha por la seguridad, salud y vida de la clase trabajadora, aunque la experiencia acumulada en ese tiempo por estos camaradas fue, por decirlo de alguna manera, subestimada por los que en ese momento dirigían el instituto y fueron, en su mayoría, sacados de la institución.

Este instituto puede jugar un papel fundamental en el acompañamiento y facilitación a este movimiento que está surgiendo con fuerza. Desde las unidades operativas (Diresat) se puede realizar un trabajo de acompañamiento que permita impulsar organización en el seno de la clase trabajadora y las comunidades tal como lo manifiesta el Proyecto Nacional Simón Bolívar en su tercera directriz: “…Es necesario que los individuos se organicen para lograr las ventajas que otorga la asociación cooperativa, es decir, transformar su debilidad individual en fuerza colectiva, teniendo en cuenta que el establecimiento de la organización no implicará menoscabo de la independencia, autonomía, libertad y poder originario del individuo…”

En ese sentido la formación juega un papel fundamental y es precisamente esto lo que ha caracterizado a este instituto desde sus inicios ya que a diferencia de otras instituciones la formación no solo es teórica sino que esta se pone en práctica con los trabajadores y trabajadoras.

Ahora bien, esta trayectoria no significa que la institución este “blindada” contra los vicios del sistema dominante, del capitalismo. Aún nuestra reacción en líneas generales sigue siendo pasiva y representativa, es decir, esperamos a que sean los que “dirigen” los que tomen las decisiones, esto se combina con la voluntad política de los dirigentes de esta institución, que en líneas generales elaboran, discuten y aplican medidas desde cotos cerrados sin implementar mecanismos de participación de sus trabajadores y trabajadoras a lo interno y a lo externo.

En este instituto hay compañeros y compañeras, cuadro políticos con un profundo nivel de compromiso con el proceso revolucionario y que pueden de alguna manera servir como motor para el impulso de la organización autónoma e independiente de la clase trabajadora, es precisamente con estos sujetos con los que la actual dirección debe articular, así como con el sindicato y el Consejo Nacional de Delegados y Delegadas de Prevención, los cuales son voceros y voceras de los trabajadores y trabajadoras del INPSASEL, sin caer en el delirio de actuar como “jefes” y aceptando las críticas y las propuestas para el buen funcionamiento, tratando en todo lo posible de no dejarse llevar por cometarios de pasillo y atacando estos de manera puntual con los que los pregonan.
Por este instituto ha pasado mucha gente, algunos cuadros se han ido o los han ido, otros los han ido por traidores a la clase, aunque quedan bastantes. De estos hay algunos que se han dedicado a la asesoría de empleadores en materia de seguridad y salud, cosa que no me parece un delito moral o ético siempre y cuando no atente contra la clase, es decir que haga su trabajo de manera que se cumpla con la ley.

Hay un caso que vale la pena mencionar y además hacer un llamado de alerta a los Delegados y Delegadas de Prevención ya que se trata de un abogado que trabajó por muy poco tiempo en la Diresat Capital Vargas bajo la gestión de Rosa González, se trata de Luís Piñango, el cual se ha dedicado a mal asesorar a los empleadores y a atentar contra los Delegados y Delegadas de las empresas que asesora.

De este señor se tienen varias denuncias realizadas por algunos Delegados y para los que tuvimos la oportunidad de conocerlo nuestra conciencia nos obliga a denunciarlo como un traidor a sueldo que atenta de manera abierta contra los trabajadores, no solo en materia de seguridad y salud sino aplicando mecanismos que atentan contra la integridad física de los trabajadores y escudándose en la “buena voluntad” de algunos empleadores que “asesora” los manipula a su antojo logrando sus objetivos

Es bueno que la institución, respaldándose en las denuncias de los trabajadores, las cuales existen, tome cartas en el asunto para que de alguna manera a estos “señores” se les suspenda o no se les dé el registro. Los compañeros y compañeras que laboramos en el instituto debemos ser vigilantes de este tipo de sucesos y denunciarlos a la mayor brevedad posible y los Delegados, Delegadas, Trabajadores y Trabajadoras deben hacer lo mismo, suficiente tenemos con el nefasto sistema capitalista que acaba con nuestras vidas para que venga un mercenario de poca monta a llenarse los bolsillos esquilmando a los patrones y atentando contra los trabajadores.